Cuando una tecnología se impone, su sucesora está comenzando a dar los primeros pasos. Las redes P2P no son ninguna excepción, y ya se está desarrollando el protocolo que las sustituirán: el P4P.
Uno tendría que haber estado hibernando durante los pasados 5 años para no conocer las redes Peer-to-Peer o P2P. Sin embargo, no sería tan extraño que no supiera exactamente qué son ni cómo funcionan.
Queda claro que se trata de un conjunto de usuarios que utilizan un programa cliente común (aunque no tiene por qué ser exactamente el mismo) y comparten archivos, pero en vez de tomar un archivo completo de un solo usuario, se aprovecha toda la red pidiendo trozos del archivo a diferentes usuarios, pudiendo así maximizar la velocidad de descarga.
Pero para entender la importancia de la nueva tecnología P4P hay que saber un poco mejor cómo se organizan las redes P2P, su funcionamiento interno, y sus variantes.
¿Qué es P2P?
Como hemos adelantado, las Peer-to-Peer son redes en las que cada usuario se trata como un cliente y un servidor. Eso quiere decir que podemos descargar archivos de otros usuarios de la red, actuando como clienete, pero también convertimos nuestro ordenador en un servidor para que otros puedan descargar también desde el nuestro.
Las ventajas son variadas, pero principalmente nos permite disponer de un ancho de banda de bajada bastante alto siempre que el número de usuarios de la red sea elevado. Además, la disponibilidad del contenido no depende de la existencia de un único servidor, lo cual evita saturaciones y un mejor enrutamiento de las peticiones de los usuarios de la red.
De hecho, las redes P2P son la evolución natural de la arquitectura cliente-servidor aplicada a la filosofía de funcionamiento de Internet. Al igual que los enrutadores de Internet hacen fluir el tráfico de datos de manera descentralizada y buscando en cada momento el mejor camino para la información, las redes P2P reparten el tráfico entre sus usuarios, evitando cuellos de botella.
Sin embargo, este principio de funcionamiento se puede mejorar enrutando el tráfico de manera más eficiente. Como veremos más adelante, ésta es la principal mejora de las redes P4P.
No sólo para compartir archivos
Cuando hablamos de P2P, automáticamente nos vienen a la cabeza programas como Emule, Ares, BitTorrent, y un largo etcétera de clientes de compartición de archivos. Y nos viene a la cabeza la doctrina de que “es ilegal”, aunque no lo sea. Pero las redes P2P no sólo están asociadas a aplicaciones de descarga de vídeo, audio, o programas.
Aplicaciones tan conocidas como Skype o Zatoo, dedicadas a la comunicación por voz a través de Internet, y a la difusión de canales de televisión en abierto, respectivamente, utilizan una arquitectura de red P2P como base de sus servicios. No en vano Skype es idea de los creadores de una de las primeras redes P2P, Kazaa.
Y es que aunque P2P nos suene a un programa concreto, es un concepto de arquitectura de distribución de contenido, ya sea audiovisual, de comunicaciones, o radio a través de Internet. Cada vez más, las grandes compañías, que inicialmente vieron a este tipo de redes como amenazas reales, están adaptando sus contenidos para ofrecerlos a través de redes P2P.
Es el caso de Hulu, que retransmite (únicamente para los EEUU) series de actualidad y contenidos “primetime” de cadenas de renombre. El problema de Hulu es que si bien la arquitectura es P2P, su filosofía no lo es, y además de inundar su contenido con publicidad, no permite la descarga de sus programas a dispositivos móviles ni asegura la permanencia de los contenidos en sus redes a lo largo del tiempo.
P4P
Ya hemos puesto sobre la mesa los dos ingredientes que, combinados, llevan a la nueva tecnología P4P.
Por un lado, tenemos una estructura de distribución de contenido que funciona bien, pero que no tiene en cuenta la ubicación de los usuarios dentro de la red. Es decir, se le da la misma prioridad a un usuario que tenemos en nuestra red local que a otro que está en China a la hora de escoger desde dónde descargar el contenido.
P4P optimiza la descarga ubicando a cada usuario en diferentes niveles dependiendo de su cercanía: misma red local, mismo nodo ADSL, misma red nacional, etc., y escogiendo en cada caso a los que estén más cerca, optimizando así la velocidad y reduciendo el tráfico global de Internet.
Por otro lado, tenemos la implicación de las grandes compañías en el desarrollo de las nuevas redes, y es que es la estadounidense Verizon (una compañía que ofrece servicios de telefonía y acceso a Internet) la encargada de desarrollar esta nueva tecnología. Esto no es extraño, dado que, económicamente, les resulta muy interesante reducir el tráfico exterior de sus redes.
Además, la primera empresa en utilizar el protocolo P4P será una gran cadena, la NBC, para distribuir sus contenidos a través de la red. Su nombre: Pando.
Esto nos lleva a la pregunta final: ¿podrá un protocolo creado por los usuarios y para los usuarios convertirse en una herramienta comercial efectiva? Recordemos que para que funcione una red P2P (o P4P) se necesita la colaboración de los usuarios, y si estos ven como se ponen “puertas al campo”, abandonarán el proyecto en desbandada, por muy optimizado que sea el código.
Fuente: http://www.adslnet.es/
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