Los movimientos que esconde el Universo


Somos más de 6.000 millones de habitantes en el planeta, los grados de separación decrementaron y la sociedad conectada está llevando la cultura digital a su máximo potencial.  Todos conocemos más de todos, pero hay un factor que desconocemos (en parte) y es el de movimiento, que serían las actividades y conductas que hacen a una sociedad dinámica y compleja. Como dije, en parte, podemos conocer el actuar de los demás, pero muy pocas veces nos ponemos a pensar en como afecta a nuestros movimientos, y depende de la situación, hay que hilar mucho en retrospectiva y encontrar el patrón de movimientos que hizo que estemos acá (conectar los puntos diría Steve). Las acciones nos afectan al corto o largo plazo, de eso estamos seguros, directa o indirectamente, como dice la Teoría del Caos, el pequeño aleteo de una mariposa puede provocar un huracán en el otro extremo del mundo.

Somos más que diminutos comparados con el tamaño del Universo y al mismo tiempo tenemos tanto poder para crear y destruir que parece imposible que todo surja de nuestras mentes. Las mismas mentes que creían en una Tierra plana, las mismas que primero pensaron y luego existieron, las mismas que se animaron a explorar, a crear pirámides, a poner un hombre en la Luna, a destruir Europa en dos ocasiones diferentes, a conectarse….¿conectarse? palabra que usamos como si se hubiera inventado en el siglo XXI bajo aval de la tecnología. Conectados estuvimos siempre, no digitalmente hasta hace unas cuantas décadas, pero a nivel de movimientos siempre estuvimos conectados y sincronizados con el Universo, nada sería como es, si no hubiese sido como fue, la Tierra giró unos 5.000 millones de años alrededor de un Sol prematuro para que luego lleguemos nosotros, previa extinción de unos cuantos dinosaurios.

Hoy la Tierra sigue girando y lo hará por otros miles de millones de años más si nada se interpone, en paralelo, el Sol danza a través de la Vía Láctea y a ésta se le acerca la galaxia Andrómeda a una velocidad de 400.000 km. por hora, las condiciones para una colisión galáctica están más que dadas. Todos esos movimientos y tirones gravitacionales no los sentimos en lo más mínimo, los conocemos y podemos apreciarlos a través de la avanzada tecnología que desarrollamos, pero nada más que eso, a grandes escalas la interacción es mutua pero nosotros somos simples observadores de una película que comenzó hace rato.

Con esto voy a que los movimientos de toda esa relojería cósmica están más que determinados, podemos predecir, aprender, descubrir y fascinarnos de toda esa maravilla imponente. En cambio, acá, en el ahora, en ese ahora que ya pasó, todo es diferente, la dinámica y compleja red que se crea constantemente hacen que la sinergia sea cada vez mayor y la cantidad de movimientos aumente exponencialmente. Los pensamientos colectivos hacen que la influencia sea mayor y la impredecibilidad esté a la orden del día, ser conscientes de esas acciones y flujos que forman el rompecabezas del pasado hacen que el presente se reinvente. Un Universo completo se formó en nuestro cerebro y estamos haciendo lo mismo en la sociedad a través de la tecnología que forjamos, las relaciones son de muchos a muchos, y eso se potencia.

El Universo nos empuja, nos condiciona, nos transforma, todo siempre en una sola dirección, pero como dije, su estructura está representada en nuestra mente, la misma que acciona y construye la realidad, la que inspira, la que crea, la que se enamora, la que piensa, la que afecta directa o indirectamente a las más de 6.000 millones de mentes coexistiendo en el mismo y diminuto planeta. Y todo eso a partir de un simple impulso eléctrico que pone en movimiento a una neurona y ésta a las demás a través de sus sinapsis. Viendo esto, vemos que los movimientos sociales y patrones que emergen no son más que cadenas unidas a través de pequeños nodos de pensamientos, son los movimientos que esconde el Universo y a veces no percibimos, tanto en su inmensidad como a pequeñas escalas, son los que construyen y determinan nuestras historias,  nuestras conexiones, nuestras vidas.

El Universo, nuestro Cerebro e Internet


Uno cuando mira al cielo a simple vista sólo puede notar estrellas con diversos brillos y colores, parecen dispersas en forma aleatoria sin encontrarle estructura alguna, salvo en casos donde estemos en lugares con muy poca contaminación lumínica, y en ese caso sí se podría contemplar una franja que cruza todo el cielo, eso es el centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea.

Hoy sabemos que muchas estrellas de nuestra galaxia componen sistemas planetarios, y al mismo tiempo estas estrellas se organizan formando nuestra galaxia, llegando al total de  200 mil millones aproximadamente. Si vamos más allá y nos movemos a escala galáctica, podemos apreciar que en el universo observable existen unas 100 mil millones de galaxias. Y nuevamente como en el principio, estas galaxias tampoco están distribuidas aleatoriamente, forman estructuras, cúmulos galácticos realmente complejos, donde tampoco estos están aislados en lo absoluto.

Todas estas estructuras que mencioné, aunque parezca mentira conforman sólo el 5% de nuestro universo, se denomina «materia visible», el resto es 25% de materia oscura y 70% de energía oscura. Es la materia oscura la que forma filamentos de miles y miles de años luz, haciendo que las galaxias y los supercúmulos galácticos formen una red estructural, dándole así la forma a nuestro universo.

Ahora si dejamos de mirar hacia fuera y tomamos nuestro cerebro como el todo y nos sumergimos en él, vemos que la historia se repite. La estructura cerebral contiene aproximadamente unas 100 mil millones de neuronas con por lo menos 1014 conexiones sinápticas (aproximadamente, entre 100 y 500 billones). O sea, que en nuestro cerebro tenemos tantas neuronas como galaxias en el universo, algo realmente sorprendente teniendo en cuenta las diferentes estructuras y distancias que lo conforman a ambos. Tanto en escalas astronómicas, como en escalas microscópicas, las estructuras se repiten, tenemos diferentes niveles y tiempos evolutivos pero siempre se tiende a la interconexión.

Para notar mucho mejor esta relación, a continuación les dejo una imagen donde se copara una porción de la red neuronal que compone nuestro cerebro, con una imagen de una simulación realizada por el Virgo Consortium, donde se aprecia la red de filamentos que unen galaxias y cúmulos.

Como verán las similitudes son impresionantes, en el video de la denominada Simulación del Milenio sobre la cual se hizo la comparación mencionada pueden apreciar con mucho más detalle lo que les comento. Esta simulación es la más grande y más realista jamás recreada del crecimiento de la estructura cósmica y de la formación de galaxias y cuásares, algo impresionante se los aseguro, no dejen de verlo.

Ahora bien, si vamos un poquito más allá, pero dejando de lado composiciones biológicas y astronómicas y nos centramos en estructuras artificiales creadas por el hombre, notablemente seguimos convergiendo en lo mismo. Elementos distribuidos en el espacio formando redes cada vez más y más complejas que crecen con el tiempo, y a esta altura seguro saben de lo que estoy hablando, nada más ni nada menos que de Internet. La red de redes que nació casi a comienzos de la década del 70, actualmente con más de 40 años en funcionamiento y constante evolución, llegó a ser lo que es hoy gracias al modelo de red y la interconexión entre sus nodos.

Como también necesitamos tener una visión global de esto, a través de estos años vimos varios mapas de internet. Pero lo que sucede es que es algo tan dinámico que es casi imposible tener una visión actualizada del sistema. Hace poco la empresa Peer 1 realizó un mapa utilizando los datos topológicos de CAIDA, el resultado obtenido contiene todos los elementos importantes de la «geografía» de Internet: los proveedores, universidades, puntos de intercambio de datos y grandes organizaciones y empresas tales como Google o Facebook. En total hay unos 20.000 sistemas autónomos (nodos) y 44.000 conexiones entre ellos.

Al igual que el cerebro, internet evoluciona creando nuevos canales de comunicación, es más se ha descubierto que se pueden realizar múltiples y nuevas conexiones neuronales en el caso de que una lesión dañara la parte prefrontal del cerebro.

El universo tiene unos 13.700 millones de años, la especie humana unos 175.000 años aproximadamente, pero la estructuración y configuración de nuestro cerebro y más específicamente la del neocórtex llevó millones de años. El patrón se repitió a través de toda la historia, ya sea desde la constitución de las ciudades hasta la configuración actual de internet, siempre tendemos a conectar todo lo que se encuentra entre el mundo microscópico y macroscópico, nuestra obra maestra está claro que es la red de redes, producto del funcionamiento e interacción de la red neuronal que conforma nuestro cerebro y nos abre camino a nuevas cosas.

Hay varias teorías que ofrecen diferentes miradas sobre cuál sería el destino de nuestro universo, la más aceptada de todas es que seguirá expandiendo eternamente, y los filamentos que conforman los cimientos cósmicos quedarán vacíos al extinguirse las estrellas y consecuentemente las galaxias y conglomerados que estas forman. En contraste con esto, sobre el cerebro e internet no podemos afirmar absolutamente nada, son sumamente prematuros respecto de la edad del universo y esto nos lleva a muchas preguntas sobre cuál será el futuro, ¿Qué cosas emergerán?, ¿Lograremos conectar nuestra mente a internet?, ¿Cómo se complementan con el surgimiento de las redes sociales?, ¿Emergerá una consciencia artificial?, las preguntas suenan mucho a ciencia ficción, pero hay muchos científicos haciéndoselas y trabajando en ello.

Espero haber cumplido un poco el objetivo del post, que era plantear una comparación entre los tres conceptos detallados anteriormente y, en base a eso cuestionarnos cuál será su evolución y cómo nos adaptaremos. Como dato final, les recomiendo el libro «Cerebro y universo, dos cosmologías» de David Jou, donde se trata en paralelo las leyes del universo y redes neuronales que gobiernan a estos sistemas.

¿Cómo se nos ocurren las ideas?


Siguiendo un poco con la temática de TED sobre el mundo de las ideas, la creatividad y todo lo relacionado a ello, quiero compartir una charla muy interesante e inspiradora en donde Estanislao Bachrach explica como es el funcionamiento de ambos hemisferios del cerebro y cuáles son las cosas que se tienen que dar para que todos tengamos ideas, seamos creativos y en una instancia final lleguemos a concretarlas.

Sobre Estanislao Bachrach les cuento que fue el maestro de ceremonia del TEDxRosario 2011, actualmente es profesor Full Time, Director de la Licenciatura en Economía Empresarial y Director Académico del Programa de Educación Ejecutiva en Biotecnología, Innovación y Negocios de la Escuela de Negocios de la Universidad Torcuato Di Tella.

Estanislao enseñó en la Facultad de Artes y Ciencias de la Universidad de Harvard, ingeniería genética y ciencias biológicas a emprendedores, start ups, jóvenes científicos y tecnólogos, y ahí mismo tuvo de alumno a un tal Mark Zuckerberg, seguro lo ubican. Como verán vale la pena escucharlo hablar, así que dejo las introducciones y acá la charla:

Además de esos cuatro conceptos claves, agregaría uno más que sería lo que tiene que ver con compartir la idea o encontrar a ese complemento que nos hace falta para materializar los conceptos que nos dan vuelta en la cabeza. Después de ver los claros ejemplos de Google y Microsoft vemos que las ideas no se buscan, ocurren en ciertos momentos particulares, pero para que existan esos momentos o flashes, debemos tener una especie de repositorio de ideas, conceptos, información previa o como quieran llamarle, y así esta nueva idea será una nueva configuración en nuestro cerebro, que parte de otros conceptos y asociaciones entre estos.

Así que a buscar nuestro ambiente o contexto donde podemos ser creativos, de esa forma y combinando todo lo que tenemos en la cabeza favorecemos la aparición de ese flash. Desde mi parte el contexto en donde ocurre muchas veces mi «claridad mental» es en el colectivo, parece raro pero es así. ¿Cuál es tu momento o lugar donde se te surgen esas nuevas ideas?

«Creamos ideas a partir de otras ideas, así es como ocurre la innovación»

El futuro de nuestro cerebro


Leyendo el último libro que me compré y del cual les comenté hace un tiempo me acorde de unos videos de las charlas TED que había visto hace un tiempo y me pareció muy interesante compartirlos. Todos estos se refieren al cerebro, su entendimiento y la interacción con lo último en tecnología y técnicas realmente espectaculares para poder comprender su funcionamiento y replicarlo en máquinas, y así poder lograr simulaciones de lo extremadamente complejo que sucede en nuestras cabezas en todo momento.

Es increíble ver como evolucionó la neurociencia desde esos días en los que sólo sabíamos que nuestras neuronas interactúan a través de sus miles de sinapsis, al día de hoy donde es posible identificar a cierto grupo de neuronas e intercambiar información, interpretando y decodificando las señales que transmiten, hasta tal punto que hace unos días un equipo de científicos lograron crear el primer cerebro biológico artificial, algo asombroso se está asomando en el horizonte de la neurociencia y la inteligencia artificial que planteará muchas preguntas y cambiará radicalmente la vida de todos.

Así que si les interesa el tema tanto como a mí no pueden dejar de ver estos tres videos que les dejo a continuación, todas las charlas están subtituladas así que no se hagan problema por eso.

Ed Boyden: un interruptor de luz para neuronas

Ed Boyden muestra cómo, mediante la inserción de genes de proteínas fotosensibles en células cerebrales, puede activar o desactivar selectivamente neuronas específicas con implantes de fibra óptica. Con este nivel de control sin precedentes ha logrado curar ratones con trastornos similares al estrés postraumático y ciertas formas de ceguera. En el horizonte: prótesis neuronales. El moderador de segmento Juan Enríquez hace un mini-debate al final.

https://ted.com/talks/view/id/1146

Gero Miesenboeck rediseña un cerebro

En la búsqueda de trazar un mapa del cerebro muchos científicos han intentado la tarea sumamente amedrentadora de grabar la actividad de cada neurona. Gero Miesenboeck trabaja al revés, manipulando neuronas específicas para descubrir exactamente cómo funcionan mediante una serie de experimentos imponentes que rediseñan la forma en que las moscas de la fruta perciben la luz.

https://ted.com/talks/view/id/1000

Michael Merzenich hablando acerca de reconectar el cerebro

El neurocientífico Michael Merzenich examina uno de los secretos del poder increíble del cerebro: su habilidad para reconectarse activamente. Él está investigando formas para aprovechar la plasticidad del cerebro para mejorar nuestras destrezas y recuperar funciones perdidas.

https://ted.com/talks/view/id/526

Libro: La máquina de las emociones


Nuevamente escribo para comentarles sobre un nuevo libro que me compré. No tenía intenciones de comprarlo porque no lo conocía, la verdad ni siquiera sabía del autor, pero me llamó la atención el contenido que aborda y como hacía rato que no me compraba uno me lo traje. Como ven en la imagen de la tapa se llama «La Máquina de las Emociones» y corresponde al autor Marvin Minsky, quien fue el creador del SNARC el primer simulador de redes neuronales, fue consejero en la película 2001: Una odisea del espacio y nada menos que cofundador del Laboratorio de Inteligencia Artificial del MIT, entre otras tantas cosas, un capo el tipo.

Por ahora estoy en la Introducción, pero puedo decirles que el libro pasa por temas como el sentido común, la inteligencia artificial y el futuro de la mente humana, partiendo de dos premisas para considerar la cuestión: que todo proceso mental se puede dividir en sus pasos elementales, y que lo que llamamos estados emocionales no son diferentes de otras maneras de pensar. Se explica el funcionamiento de nuestra mente y su evolución desde formas simples de pensamiento a formas más complejas, demostrando que todo pensamiento puede ser dividido en una serie de acciones específicas, de modo que si conseguimos comprender su engranaje y su funcionamiento, podremos construir máquinas de inteligencia artificial que nos ayuden a pensar, que puedan continuar nuestros patrones de razonamiento y ser emocionales, como nosotros.

Me interesa bastante todo ese tipo de cosas, así que a medida que vaya leyéndolo iré armando algún que otro post con alguna de las ideas expuestas en el libro.

Si quieren leer algo más sobre el autor les recomiendo esta entrevista que le realizó la gente de «Muy Interesante», en donde Minsky afirma: «Las máquinas podrán hacer todo lo que hagan las personas, porque las personas sólo son máquinas».

Y como bonus una charla muy interesante en TED sobre la salud, la superpoblación y la mente:

https://ted.com/talks/view/id/351